Emprendimiento y Maternidad: La historia de una joven que desafió las críticas

Feb 22, 2024

Hace ocho años, tras poco más de un mes de dar a luz a su hijo, Ana Belén Rodríguez comenzó su boutique de regalos y, desde ese día, nunca paró. Tuvo que enfermar para entender que si
ella no se cuidaba, su familia y su empresa no tenían futuro.

Preparaba pan de muerto y otros pasteles, mientras su bebé dormía quietecito al lado. Ana
Belén Rodríguez comenzó su negocio en noviembre de 2015, a poco más de un mes del
nacimiento de su hijo. No le importaron ni el cansancio, ni las desveladas, ni las críticas de su
familia que le decían que sus productos no se venderían y que nadie le iba a comprar.

Así nació lo que hoy es Occasional Shop, una pequeña boutique en Atotonilco El Alto, donde
Ana vende diversos productos: desde galletas y pasteles, hasta ropa, juguetes y distintos tipos
de regalos a lo largo del año.

Aunque nadie en su familia había sido emprendedor o comerciante, a ella le gustó desde
pequeña buscar la manera de generar dinero. Comenzó con 300 pesos que tenía ahorrados y
compró los ingredientes para hacer y vender unas paletitas de chocolate.

Se dio cuenta de su gusto por las ventas cuando muy jovencita empezó a trabajar en un
restaurante. Es una vendedora innata.

“Si cuando estoy de vacaciones veo algo que comprar, que pueda vender después, lo voy a
hacer. Siempre ando con el ojo crítico y el espíritu emprendedor, por todos lados donde ando y
pensando qué puedo vender”, dice.

Desde entonces no paró ni un solo día de ser mamá y emprendedor, hasta ese momento en
que su cuerpo no pudo más.

“En el momento que estaba más metida en la repostería, comencé a decir que sí a todo y tenía
muchísimo trabajo, al grado que me empecé a enfermar, y me dije: yo ya no puedo, ya no
duermo, no como nada, siento que no puedo ni respirar”, cuenta.

“Era la niñera, la señora del quehacer, la que lava los trastes y, además, la del negocio”, reconoce. Pintaba para el final de su vida como comerciante…

Un final que no fue

Exhausta con el trabajo de madre, esposa, ama de casa y emprendedora, Ana Belén ya estaba decidida a dejar su tienda para dedicarse únicamente a su familia. Pero el destino le tenía
preparada una sorpresa.

Estaba casi terminando un curso de marketing que dio el gobierno de Jalisco, cuando nos
comentaron que había unas becas para el programa “ Hablemos de Emprendedoras ” donde la
plataforma Mujer Emprende en alianza con Diageo y su marca Tequila Don Julio, capacitan y
acompañan a mujeres del estado para hacer crecer sus negocios.

Inquieta y curiosa, Ana Belén decidió seguir aprendiendo y tomar la oportunidad, fue una señal
y además de conocer a otras mujeres como ella, también aprendió herramientas útiles que le
mostraron que podía ser emprendedora sin descuidar su salud física, mental y emocional. “Ese
curso fue una luz, una gran motivación. Me dije: sí puedo, de aquí no me voy, ya no me suelto.
Quiero seguir y hacer las cosas mejor”.

Lo que aprendió en el primer módulo del programa fue que nada podía funcionar, ni su familia
ni su negocio, si ella no estaba bien. “Eso me pegó mucho porque yo siempre tomaba trabajo y
no dormía. Nunca paraba. Me cuesta decir que no, aunque esté ocupada. Me cuesta darme mi
lugar, darme respeto, poner límites y apartar mi propio tiempo.”

Ana, que siempre ha contado con el apoyo de su esposo para su negocio, sueña con convertirse
en distribuidora de productos de otras boutiques y tiendas. También le emociona mucho tener
algo propio y el ejemplo que le está dando a su hijo.

“Mi hijo ha ido creciendo y me ve trabajar todos los días. Ya ahorita, a sus ocho años, a él
también le gusta hablar con los clientes, juega a que tiene su puestito de dulces y se pone a
vender. Le encanta”, dice.

Con esa alegría de saber que lo que hace deja una bonita huella, Ana invita a otras mujeres de
Jalisco a que se animen a aprovechar las becas que da el programa para desarrollar sus
habilidades… a seguir sus sueños y también a aprovechar lo que “Hablemos de
Emprendedoras” puede enseñarles.

Quiero decirles a otras mujeres que crean en ellas porque son capaces de lograr lo que se
propongan: “Tras mi embarazo y el nacimiento de mi hijo, necesitaba trabajar, pero había
pocos trabajos para mujeres que son mamás y varias personas me dijeron que no. Fue muy
difícil para mí, fue feo, así que decidí crear mi propio trabajo y ahora puedo vivir gracias a él”.

Fotos: Mujer Emprende. Texto original escrito por nuestro colaborador invitado: Genaro Mejía,
emprendedor, periodista de negocios, mentor, consultor y speaker.

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