Soy una hija de mi madre

Nov 07, 2020

Por Rocío Bernal

Ser una hija de mi madre significa abrazar lo mejor y lo peor de ella, aceptando y amándola como es, poniendo en practica sus valores y su ejemplo.

Ser una hija de mi madre significa honrarla estando contenta con tu vida, porque no hay felicidad más grande para una mamá que la de ver a sus hijos con una vida plena.

Ser una hija de mi madre es aprender de su historia para mejorarla.

Ser una hija de mi madre es ser rebelde y atrevida para tomar las riendas de nuestro destino.

Ser una hija de mi madre es hacer visible lo que he aprendido de ella, como madre y mujer, aquí les comparto un pedacito de todo las lecciones que aprendí de mi mamá:

Mi papá enfermó cuando tenía 9 o 10 años, dejo de trabajar y mi mamá tomo las riendas de la casa, se hacía cargo de todo, de sus hijos, de mi padre enfermo, de los quehaceres y de llevar el sustento a su familia. De ella aprendí mis primeras lecciones como emprendedora... mi madre siempre  ha tenido una habilidad extraordinaria para las manualidades, aún sigue haciendo cosas preciosas con sus manos, cuando mi papá ya no pudo trabajar, ella comenzó a tejer en macramé, hacía lamparas, espejos, maceteros, jugueteros y cualquier detalle para embellecer un espacio, los vendía con sus amigas, vecinas y abría mercado en comunidades cercanas, tocando de puerta en puerta, haciendo demostraciones con aquellas mujeres que le abrían las puertas de sus casas... así fue como nos saco adelante...

Tengo mucho que agradecerle a mi madre, ella nunca se sentó a mi lado para darme una lección, ella me inspiraba todos los días con su ejemplo de tenacidad, de esfuerzo y de liderazgo, y eso era suficiente, esto me enseño:

Usa lo que tienes en tu alforja, todas tenemos talentos y habilidades que podemos usar para generar ingresos. Aprovecha todos los recursos con los que cuentas en este momento para crear oportunidades y enfrentar los desafíos.

Confía en ti misma, la verdad es que mi madre nunca había vendido algo en su vida, de hecho tenía muchos temores de hablar en público, pero fue más allá de sus miedos confiando en sus capacidades.

Aprende, algo que admiro muchísimo de mi madre es que tiene un gusto por aprender cosas nuevas, siempre está mejorando sus talentos y desarrollando habilidades nuevas, la he acompañado a todo, cursos de tejido, de chaquira, de macramé, de panadería, de repostería, de gelatina artística, de tarjetería española, de negocios, de maquillaje, de prácticamente todo lo que le pueda llamar la atención o necesite aprender, nunca ha escatimado en invertir en su preparación, yo se lo agradezco profundamente porque esas inversiones en ella misma fue lo que hizo que ella se empoderara económicamente.

Se responsable, cumple tu palabra, cumple los acuerdos que haces, toma en serio tu trabajo.

Ten una fuerza motora, toda persona necesita tener una motivación, y si eres mamá quizá tu mayor fuerza motora sean tus hijos, por ellos te levantas todos los días y haces los deberes, sin esa fuerza motora estás perdida, ¡encuéntrala!

Resiliencia, pase lo que pase debes tener la capacidad de sopreponerte, mi madre se permitía llorar una hora al día pero no las 24 horas,tienes que seguir adelante con más fuerza.

Resiste y persiste, no hay nada peor en la vida que tirar la toalla en momentos de desesperación, resistir la tormenta es todo un arte y toda paciencia, aunque no tengas claridad en este momento, sigue insistiendo, resistiendo y persistiendo, luego veras las aguas calmarse y las situaciones resueltas, lo peor que se puede hacer es detenerse.

Soy una hija de mi madre, con mucho orgullo lo digo, ella me enseño a abrazar la tormenta y a salir de ella, me enseño a confiar en mi, a mejorarme, a perseguir mis sueños, a ser rebelde, porque aunque ella no lo reconozca, es una rebelde, una atrevida y poderosa mujer que hace lo que se le pega la gana y me hizo exactamente igual a ella.

Y tú ¿Qué aprendiste de tu madre?

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