La bordadora que logró que su papá estuviera orgulloso de ella

Por Genaro Mejía

Rosy Aceves tiene seis hijos y por mucho tiempo sólo quiso ser mamá de tiempo completo. Gracias a las habilidades adquiridas en el programa Hablemos de Emprendedoras, llevó su pasión por el bordado y la pintura a un negocio propio.

 “Eres una artista”, le dijo un turista a Rosy una tarde cuando vio su trabajo. “Véndeme tu cuadro. No importa lo que cueste, pero véndemelo”, le insistió varias veces. Sin creer lo que oía, Rosy Aceves apenas atinó a responder: “¿Cuál artista? Si yo nomás hago estos bordados para mí”.

Fue un día revelador para Rosy, mamá de seis hijos, quien había decidido ser madre de tiempo completo para darle lo mejor a su familia.

 “Yo estudié para enfermera, pero renuncié a mi carrera porque quise ser mamá de tiempo completo, pero nunca me olvidé de prepararme y de aprender. Me gusta leer, me gusta aprender cosas nuevas. Todo el tiempo estoy muy activa”, cuenta.

Hacer bordados fue su pasatiempo desde que se acuerda, pero nunca pensó en que eso podría convertirse en algo más.

“Mi mamá es de Michoacán, y ellos bordan mucho. Mi mamá nunca me enseñó, ni tuvo paciencia para hacerlo porque tenía una tienda de abarrotes, pero como a mí me gustaba, yo me ponía siempre detrás de ella y me ponía a ver cómo lo hacía”, recuerda.

Aunque nunca faltaba que sus familiares y amigos le pidieran que les hiciera algún cuadro, fue esa tarde al conocer a aquel turista estadounidense que se dio cuenta que su pasatiempo podría convertirse en un negocio.

Poco después, en el momento justo, se enteró por Facebook de la convocatoria del programa Hablemos de Emprendedoras, creado entre Diageo México, Tequila Don Julio y la plataforma Mujer Emprende, para capacitar sobre emprendimiento a mujeres jaliscienses.

“Me llamó la atención el programa y, como en ese entonces ya había vendido mis primeros cuadros, mi hija fue la que me motivó y me dijo: ‘Mami, pues véndelos, ¡Yo te ayudo, yo te apoyo!’. Ahí fue donde aprendí todo lo que sé”, cuenta.

Aquel turista no le mentía a Rosy: sus cuadros, que combinan técnicas de bordado y de pintura al óleo, son verdaderas obras de arte, donde retrata lugares, personas y momentos de su tierra, Atotonilco, Jalisco.

Que mi papá estuviera orgulloso

Rosy fue hija de un papá exigente, que se dedicó al comercio toda su vida y que nunca estaba contento con nada. Mientras sus hermanas fueron emprendedoras como su padre, Rosy decidió ser mamá de profesión, lo que nunca fue bien visto por él

“Mi papá siempre estuvo detrás de mí: ‘Muchacha, vende algo para que siempre tengas dinero’. Eso me decía. Y yo nunca le hice caso porque yo quería dedicarme a mis hijos”, dice Rosy.

Por eso recuerda como su momento “más hermoso” en la vida un día en que fue invitada a exponer su obra, junto a otras mujeres, en una galería. Cuando su papá llegó y vio sus cuadros no lo podía creer.

“Fue un momento muy emotivo para mí porque por primera vez pude ver en su rostro ese orgullo que yo toda la vida perseguí… y después de eso mi papá falleció. Esa última foto que yo me tomé con él, yo digo que fue un regalo de la vida”, confiesa.

Además de seguir creando obras nuevas, Rosy es maestra de pintura y bordado en la Casa de la Cultura de Atotonilco, donde les enseña tanto a los más pequeños, como a adultos mayores. “Lo que le comparto a las personas es que cada uno, a través de un proceso creativo, podemos transformar las emociones negativas en positivas.”

Con esa alegría por conectar su pasión por el arte con el emprendimiento, Rosy invita a todas las mujeres de Jalisco a inscribirse al programa Hablemos de Emprendedoras: “Gracias al curso aprendí y sigo aprendiendo que cada una de nosotras tiene algo bueno para dar”.

Mirando atrás, Rosy no se arrepiente ni un instante de dedicar su vida a ser madre. Para ella, el emprendimiento llegó en el momento justo. “Me dediqué a mis hijos, pero fíjate una cosa muy hermosa: cuando mis hijos crecen, ahora son ellos los que me apoyan a mí con todo lo que yo hago.”

Texto original escrito por nuestro colaborador invitado: Genaro Mejía, emprendedor, periodista de negocios, mentor, consultor y speaker.

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