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La emprendedora que no quería a su negocio hasta que conectó con su poder interno

historias de éxito Sep 09, 2024

Por más de 10 años, Rosy Álvarez dirigió su negocio sin amor y sin alegría porque no era su sueño. Fue hasta que trabajó en combatir su depresión y conectó con su poder interno que su empresa empezó a crecer. Te cuento cómo lo hizo.


Por Genaro Mejía


La mayoría de las emprendedoras que he conocido son muy apasionadas con sus negocios. Sin importar las tormentas, siguen adelante con mucha fe y empeño. Pero este no fue el caso de Rosy Álvarez, quien empezó su proyecto sin alegría y con muchas dudas. Nunca fue su sueño y confiesa que “tenía mala actitud ante el negocio”. Así comenzó la historia de El Comino de Jamay, una comercializadora de botanas, chiles secos, semillas, granos y cereales, ubicada en este municipio colindante de Ocotlán, en Jalisco, México.
Después de 10 años esta emprendedora jalisciense sabía que no podía seguir con esta actitud, que además de repercutir en su negocio la estaba limitando para crecer en otros ámbitos de su vida.
“Yo solita me limitaba y cometí el error de no decirle a mi esposo, ni a nadie más, que en realidad quería regresar al trabajo en lugar de estar vendiendo chiles”, cuenta Rosy.
Para salir del estado de apatía se dió cuenta de que debía trabajar en ella misma antes que cualquier otra cosa. Así que empezó a hacer ejercicio y tomó cursos especializados de Inner Power Coaching para cambiar su mentalidad y descubrir sus motivaciones.
¿Han escuchado la frase: “Si la vida te da naranjas, hay que hacer un jugo”? Rosy cuenta que
ella se molestaba con este dicho popular y en su discurso interno se repetía: “¡No manches, ¿Y si yo quiero un jugo de piña?!”

Una vez que conectó con su poder interno se le abrió el panorama y su negocio empezó a crecer muy rápido, ya que surgieron nuevas oportunidades.


INDEPENDENCIA PERDIDA
Rosy Álvarez estudió mercadotecnia en la Universidad Jesuita de Guadalajara y estaba cumpliendo el sueño familiar que se esperaba de ella: ir a la universidad, conseguir un trabajo estable y crecer en el ámbito corporativo. Trabajaba en el área de marketing de un hospital y se sentía muy realizada.


En 2004 tomó la decisión de casarse y formar una familia. Así que se fue a vivir a Ocotlán, Jalisco, y dejó su trabajo para dedicarse de lleno a su rol como esposa y madre de dos niños.
Después de tres años, Rosy quien siempre fue muy inquieta mentalmente, sintió que ya no podría volver a ninguna empresa.
“Yo creía que me tenía que quedar en mi casa, con mis hijos, y en mi mente creía que salir a trabajar era mucho problema”, dice. De ser 100% independiente, pasó a depender económicamente de su esposo y eso la deprimió mucho.
Esta etapa fue todavía más dura de atravesar, ya que su papá falleció y se sentía perdida. Fue en ese momento que su esposo le propuso poner un negocio con el dinero que le heredó su papá.
Nunca consideró emprender y el único camino que veía viable en ese momento era poner un negocio del mismo giro que su suegra, quien le ayudó a abrirse paso en el mundo de las especias y semillas.
“¿Cómo vas a tener una empresa ordenada si tienes tus emociones y pensamientos revueltos en tu cabeza? No puedes poner orden afuera, si adentro no está en orden”,comparte Rosy.


MÁS QUE IGUALDAD, EQUIDAD
Para Rosy, todas las emprendedoras deberían tener la misma posibilidad que los hombres de acceder a las oportunidades de capacitación y expansión en los negocios.
Ya encauzada en el camino del crecimiento personal y profesional, llegó la posibilidad de formar parte de Hablemos de Emprendedoras, un programa de Tequila Don Julio en alianza con Mujer Emprende, gracias a una prima suya que la inscribió.
Se sintió feliz al haber sido seleccionada y aprovechó su oportunidad al máximo:

Aprendió sobre innovación, creatividad, investigación de mercados, tendencias y marketing con mentores de alto nivel.
“Cuando sigues aprendiendo, no importa la edad que tengas, te conviertes en una persona
más ágil, con más habilidad y vitalidad”, afirma Rosy. Gracias a sus ganas de aprender cada vez más, acaba de terminar una maestría en coaching integral y organizacional, y su negocio va viento en popa. Ahora le vende también a restaurantes, hoteles y surte a otros emprendimientos del mismo giro.


6 LECCIONES PARA QUE TU NEGOCIO PERDURE CON EL TIEMPO
No cualquiera cumple 16 años con su negocio. Hoy Rosy es una emprendedora experimentada que ha pasado por muchos baches y comparte las siguientes lecciones para aquellas mujeres que quieren hacer crecer su empresa por muchos años:
1. Trabaja primero en ti, en tu seguridad y en tu confianza. Recuerda que el activo más valioso de tu negocio eres tú, así que no escatimes en oportunidades, clases, talleres y todo aquello que te permita desarrollar nuevas habilidades y ser mejor.


2. Define con claridad lo que quieres y luego busca los medios y recursos para lograrlo. Es importante mantener siempre los objetivos claros y recordar que si algo no te gusta en tu negocio, hay que tener en mente que los obstáculos a veces sólo son un paso más para llegar al fin.


3. Construye un buen equipo de trabajo. Es crucial tener personas fiables para sacar
adelante el negocio. Al formar un equipo leal e impulsarlos a crecer estarás asegurando la sostenibilidad de tu negocio a futuro.


4. Sueña en grande. Entre más alto sueñes, más alto llegarás. No te limites y esfuérzate por lograr más de lo que te propones.


5. Cuida y ten el control de tus finanzas. Date un sueldo desde el principio, controla tus gastos e ingresos y divide cada mes lo que entró en tres rubros: ahorro, reinversión y ganancias. Hay que tener muy claros los números en los negocios, además siempre hay que tener un fondo de emergencia para cualquier imprevisto.
6. Nunca dejes de intentarlo. Por más difícil que parezca, hay que enfrentar las adversidades y no dejarse vencer. La persistencia rinde frutos para quienes desean tener un negocio a largo plazo.

Rosy ve su empresa creciendo durante muchos años más. Hoy su sueño es importar más productos, abrir más tiendas físicas y en línea, y generar más empleos. Las mujeres, afirma, tienen un gran poder y responsabilidad tanto en el hogar como en la sociedad.
Por ello es que impulsa a sus empleadas para que tengan un mejor estilo de vida y crezcan en todo sentido:

“ Si tienes la capacidad, los medios para generar empleos y ayudas a más familias, dejas una huella positiva en la sociedad. El límite somos nosotras mismas, así que a echarle todas las ganas para lograrlo.”

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Genaro Mejía es periodista de negocios, speaker y LinkedIn Top Voices Latam. Estratega en comunicación, storytelling y nuevas narrativas. LinkedIn: @GenaroM / Newsletter: Bar Emprende

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